A la hora de tener que elegir entre un depósito bancario o un fondo monetario, no tenemos una fórmula mágica, que nos resuelve la papeleta, que nos ayude a la hora de elegir entre estas opciones. Lo primero que debemos tener en cuenta es el tema de la inflación, ya que no vamos a poder hablar de ganancias reales, si tenemos en cuenta que hay que descontar el interés del depósito, el efecto que esto puede llegar a causar y, por supuesto, no debemos dejar de mencionar la fiscalidad -recuerda que Hacienda se queda con el 18% de la renta del capital mobiliario-. Vamos a poner un ejemplo, si decidimos contratar un depósito que, en estos momentos, nos ofrezca una remuneración del 5%, le tendremos que descontar los impuestos, sobre las ganancias, que van a ser del 4,1% y, también, tendremos que descontar la inflación -a finales del año 2008, era del 1,4%-. Todo esto haría que estemos ante un depósito, cuya remuneración final va a ser del 2,7%.
Y, ¿qué pasa con los fondos monetarios? Según el Banco de España, la rentabilidad media de los fondos monetarios eran de un 2,77%; pero, si sólo tenemos en cuenta lo que debemos quitarle, por la inflación -los efectos fiscales se pueden quitar, si aprovechamos las ventajas que este tipo de productos, nos pueden llegar a ofrecer-, la rentabilidad real de un fondo va a ser, tan sólo, de un 1, 27%-. Por esta razón, el mejor depósito va a ser el que nos ofrezca una mayor remuneración.
Foto: fuente
No hay comentarios:
Publicar un comentario