Continuamos hablando de algunos productos que nos pueden interesar, si lo que queremos es invertir nuestro dinero, sin arriesgarnos a perderlo.
-Depósitos a plazo fijo: siguen siendo el producto clave, para los ahorradores más convencionales. Es perfecto para aquellas personas que desean una rentabilidad segura, durante un período de tiempo determinado y con unas perfectas condiciones, en su clase de producto de ahorro. Nuestro capital va a estar asegurado, gracias al Fondo de Garantía de Depósito, que garantiza unos 100.000 euros, por persona y por entidad financiera, en caso de que la entidad financiera llegara a cerrar sus puestas. A pesar de la Ley Salgado, que es bastante restrictiva, los depósitos de alta rentabilidad, hoy en día, siguen ofreciendo -en algunas entidades bancarias- depósitos sin vinculación y con una alta remuneración, que puede llegar a superar el 4%, en algunos casos.
-Fondos de inversión. Cada vez se crean más fondos de inversión pensando, ante todo, en el inversor particular. En el mercado, nos encontramos con una gran variedad de fondos de inversión, entre los que podemos escoger los que más nos van a beneficiar, desde los más conservadores, como pueden ser los fondos de renta fija, pasando por los garantizados o los que significan algo más de riesgo, como pueden ser los de fondo de renta variable.
El único problema que tienen los fondos de inversión, que encontramos en el mercado, es el que el ahorrador tiene que tener un cierto conocimiento sobre lo que está pasando en el mercado, mientras que los depósitos no obligan a tener ninguna clase de instrucción previa, muy amplia, acerca de lo que está pasando en el mercado o de las particularidades, del producto que hemos contratado.
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