Los consumidores, cada vez, tienen más cuidado, a la hora de tomar algún tipo de decisión, sobre todo, si puede afectar a su economía, como puede ser alquilar un piso. Pero, en ocasiones, todos los cuidados que tomemos no es suficiente y los intereses que tiene el consumidor, no llegan a cumplirse. Por esa razón, cuando damos el paso de alquilar una vivienda debemos leer el texto que vamos a firmar, con mucho cuidado, y solicitar las modificaciones de las cláusulas, que nos parezcan más interesantes. Algunos de los errores más cotidianos son los siguientes:
- No comprobar que la persona que nos alquila el piso es, en realidad, el dueño del mismo. Puede suceder que la persona que nos está alquilando la propiedad sea, en realidad, una persona ajena o un familiar del mismo, que busca sacar dinero del alquiler del piso -a causa de una herencia, un divorcio, un conflicto de tipo familiar... También, nos podemos encontrar ante el caso de un subarriendo. Ten cuidado, para no ser víctima de un engaño, por lo que se recomienda, en este tipo de casos, que se consulte los archivos del Registro de la Propiedad. Sencillamente hay que pedir una nota simple, que cuesta unos 3 euros, para saber quien es el verdadero propietario del piso que nos interesa alquilar. Como dice el dicho: “hay que prevenir, antes que curar”.
- No saber si la inmobiliaria va a cobrar al inquilino. O sea, si el contrato de alquiler se realiza a través de una agencia, debemos preguntar, en un primer lugar, si la misma le cobra algún tipo de interés, de honorario, a la persona que es propietario de la vivienda. Incluso, hay agencias que cobran, también, al inquilino, en el momento en el que firma el contrato.
Foto: fuente
No hay comentarios:
Publicar un comentario