Seguimos tratando algunos errores que suelen aparecer, si no se tiene cuidado, a la hora de firmar un contrato. Así, ten cuidado con lo siguiente:
- No llegar a revisar la casa ni reflejarlo en el propio contrato. Si el inquilino decide entrar en una casa, donde hay algún tipo de pega, debe dejar por escrito, en el propio contrato, los desperfectos que tiene la vivienda y si el dueño se compromete, realmente, a solventarlos. Si esto no aparece en el contrato, el propietario podría llegar a negarse a hacer esos arreglos, con los que contamos, y el inquilino ya está metido en la vivienda. Se debe incluir, en un anexo, con toda claridad, el mobiliario que hay en el piso, los electrodomésticos y el estado en el que están los mismos.
- Dar por supuesto algo, si no aparece en el contrato. En el momento en el que firmemos un contrato, no debemos dejar ningún punto al azar y todo debe estar plasmado en el mismo. Hay que ser precavidos, ante cualquier tipo de problema, en un futuro, y pedir que se modifiquen aquellos puntos, en los que no estamos de acuerdo.
- No fijar la manera en la que pagamos la mensualidad. Este tema es muy importante, tanto para el inquilino, como para el propietario del piso, que quede escrito en el contrato, la manera de pago, sino, alguna de las dos partes podría excusarse que intentó pagar el dinero -o cobrarlo- y que no pudo.
- Aceptar un aval muy alto o por mucho tiempo de duración. Es lógico que el propietario de una vivienda quiera garantizarse el pago de las cuotas del alquiler. Entonces, puede solicitar un aval bancario. Pero, en ocasiones, la cantidad que se pide es muy alta o que dure un período de varios años. También, deberíamos evitar el adelanto de cantidades altas de dinero, en la medida de lo posible, para poder quedarse con el inmueble. Lo mejor es que lleguemos a una negociación, antes de quedarnos con un dinero que podría ser imprescindible, para nosotros.
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