A la hora de elegir, entre una cuenta remunerada y un depósito, tenemos que tener en cuenta que, en uno vamos a encontrar un beneficio, que no vamos a encontrar en el otro. En un depósito, vamos a perder liquidez. Además, con la teoría encima de la mesa, no podremos cancelarlo, hasta el momento en el que venza el contrato, que hemos firmado, y si tenemos que hacerlo, por alguna razón de peso, vamos a tener que pagar una penalización -o sea, vamos a perder parte de los beneficios, que recibiríamos por tener nuestro dinero en dicho depósito-. Eso sí, a cambio de estas desventajas, nos vamos a encontrar con una alta rentabilidad, mayor que en otros productos, que nos podemos encontrar en el mercado, más que en el caso de las cuentas remuneradas, en las que si podemos retiras el dinero, cuando mejor nos convenga, sin tener que pagar ningún tipo de remuneración o penalización. Nos encontramos con tipos de intereses más bajos y condiciones, que son bastante similares, entre sí, y en medio de la incertidumbre, que nos encontramos en este momento, con la crisis económica como fondo, que puede obligarnos a tener que retirar nuestro dinero, mucho antes de que termine el tiempo,que habíamos convenido. En estos casos, es mucho mejor apostar por una cuenta remunerada. Debemos recordar que, por regla general, los depósitos que más nos pueden interesar son los crecientes, ya que nos ofrecen tipos mucho más altos, ya que van a premiar la fidelidad, eso sí, debemos tener que tener nuestro dinero, inmóvil, durante un período de tiempo largo.
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