En
verano, nos encontramos con las vacaciones, el mejor momento para
poder desconectar en el trabajo y de la rutina, que caracteriza a
nuestro día a día. Este año, con la crisis, como constante, la
renta variable bajo mínimos y grandes problemas, dentro del sistema
financiero, los ahorradores no saben cuál va a ser el mejor destino,
para nuestro dinero. Da igual la cantidad de dinero, que tenemos
sobre la mesa, es básico, en la actual situación económica,
depositar los ahorros en un producto, que sea 100% seguro. Es cierto
que no nos encontramos con muchas posibilidades, en el mercado
actual, pero siempre se puede optar por una opción con la que vamos
a conseguir algo de rentabilidad al patrimonio, durante dicho período
de vacaciones. No podemos pretender lograr una rentabilidad, que sea
muy elevada, ya que dos o tres meses, no es mucho tiempo, para
lograrlo. Hay que descartar, ante todo, algunos productos financieros
de inversión, porque van a ser de largo plazo, y por otro lado, por
su especial exposición a los actuales movimientos de la economía, a
nivel internacional. Si desechamos todos estos productos, tendremos
que analizar en detalle, los restantes, para sabe cual va a ser el
más recomendable, para nuestro caso. La idea prioritaria es lograr
encontrar un producto, que nos va a crear seguridad y nos va a
beneficiar con una cantidad de dinero extra, para después de
nuestras vacaciones.
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