Cuando llega el momento de la jubilación, el titular de un plan de pensiones posee tres opciones para poder cobrar su dinero: recibirlo como si fuera capital, como renta o de una forma mixta.
--Si lo recupera en forma de capital, va a lograr de una única vez, todos los ahorros, que ha depositado.
--Si elige la renta, el titular va a cobrar de manera periódica, una determinada cantidad –casi siempre, mes a mes-.
-Si elige la fórmula mixta, va a percibir una parte en un único pago y, la cantidad que falta, a plazos.
Cada una de las alternativas van a generar ganancias o pérdidas en los ahorros de la persona titular, a causa de la diferente clase de fiscalidad que se pueda llegar a aplicar. Por esta razón, es muy recomendable conocer las ventajas y los inconvenientes que va a conllevar cada una de las fórmulas, según la situación personal de cada uno de los contribuyentes. El plan de pensiones está formado, en la mayoría de los casos, por los ahorros de toda una vida, así que no es muy recomendable precipitarse.
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