Y,
es que los minipréstamos están haciéndose de oro, ya que las
entidades financieras más tradicionales -como pueden ser los bancos
y con las cajas de ahorro-, o bien, no quieren conceder adelantos tan
pequeños o solicitan, para poder otorgarlos, la aportación de
alguna clase de aval o de justificación de ingresos. Por esto,
muchas personas se encuentran que no tienen otro recurso, por lo que
deben optar por empresas privadas, a pesar de sus duras condiciones.
Pero, en todo momento, debemos evitarlas, ya que van a funcionar, en
todo caso, sin la supervisión del Banco de España y, por otro lado,
aplican comisiones mucho más altas. Teniendo estos riesgos, encima
de la mesa, ¿realmente vale la pena recurrir dichos canales de
financiación, para poder solicitar cantidades de dinero, que son tan
pequeñas? Podemos acudir a esta clase de empresas, sólo, de manera
puntual, para poder conseguir liquidez, cuando estemos en situaciones
de urgencia de verdad, siempre y cuando no se pueda optar por otras
opciones, como puede ser un adelanto de nómina o un préstamo
personal o sin intereses... Y, por supuesto, no podemos emplear este
tipo de préstamos, como una costumbre, cuando no nos queda otra, ya
que su contratación va a tener un gasto mucho más alto.
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